Monturas
La montura de un telescopio es la pieza mecánica que une el instrumento óptico (el tubo del telescopio) con el trípode, teniendo como finalidad la de proveer de un movimiento controlado al equipo, siendo por ello muy importante su firmeza y estabilidad (ver las monturas Celestron disponibles)
Montura Altacimutal: es la más común, consta de una horquilla que permite el movimiento del tubo del telescopio en forma vertical y horizontal (altura y acimut). En algunos casos se encuentra provista de movimientos finos. Es ideal para un uso rápido y cómodo, en especial para observación terrestre utilizando telescopios refractores con diagonales adecuados.
Ejemplo de montura altacimutal en el telescopìo NexStar 4SE
Montura Ecuatorial Alemana: esta montura permite alinearla con el eje polar (en un proceso denominado puesta en estación), con lo cual hará posible que se pueda seguir cómodamente el movimiento de la esfera celeste, ya sea en forma manual o disponiendo de un motor. Los movimientos se realizan sobre los ejes de ascensión recta y declinación. Este sistema es el utilizado para astrofotografía, ya que puede «fijar» una imagen sobre el sensor de la cámara durante el tiempo que requiera la exposición.
En este tipo de montura es fundamental el correcto balanceo del telescopio con el o los contrapesos que se disponen, permitiendo al observador moverlo con comodidad, aunque éste sea de gran peso y tamaño.
Ejemplo de una montura ecuatorial alemana en el telescopio CGEM 800HD
Montura Ecuatorial de Horquilla: este sistema también permite el seguimiento del cielo, con la ventaja de no necesitar el sistema de contrapeso que se usa en los sistemas ecuatoriales alemanes, permitiendo total movilidad y haciendo más fácil su transporte. Es el sistema utilizado en muchos de los grandes telescopios de observatorio de uso profesional. Usualmente se la utiliza en equipos de tubo corto como son los diseños Schmidt-Cassegrain y Maksutov-Cassegrain.
Montura Ecuatorial Inglesa: en este tipo de monturas el telescopio se encuentra suspendido en una «cuna» alineada con el eje polar, siendo este sistema el que mayor estabilidad mecánica tiene, aunque está reservado a telescopios de gran tamaño, siendo necesaria una instalación fija. Presenta el inconveniente de no permitir apuntar el telescopio a la zona polar, solucionándose este inconveniente al construir el soporte superior en forma de herradura. Se la encuentra en muchos observatorios profesionales.
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